Se presentan las respuestas de una entrevista cualitativa realizada a educadoras que laboran en diferentes jardines de niños de la ciudad de Tuxpan, Veracruz. Logramos percatarnos que las nociones que tienen sobre el pensamiento reflexivo y la relación entre pensamiento y reflexión son demasiado vagas, poniendo en evidencia que no cuentan con la suficiente información sobre dicho tema y su correcta aplicación frente a un grupo. Presentando un desvinculo entre la teoría (lo que se sabe del tema) y la forma de aplicarlos durante la práctica docente.

Como primera instancia se escogieron las variables independientes (formación docente) y las variables dependientes (pensamiento reflexivo y las estrategias) que ayudaron a la elaboración de nuestras entrevistas cualitativas y cuantitativas. Con la ayuda de dichas respuestas obtenidas en las entrevistas, logramos percatarnos que la opción cuantitativa no funcionarían para llegar a la solución de nuestra hipótesis (Conocer cómo influye la formación del docente para el desarrollo de estrategias didácticas de intervención, permitiendo explicar el actuar del educador para promover el pensamiento reflexivo de niños preescolar), porque las educadoras solo se basaron en las opciones múltiples que se les presentaban, sin tener clara la definición del pensamiento reflexivo. Es por tanto que la entrevista cualitativa fue la mejor opción para nosotras ya que contestaban de acuerdo a lo que ellas sabían, presentando así mayor conexión con la hipótesis que habíamos planteado.

De acuerdo a las entrevistas establecidas, percibimos que tanto las maestras conocían sobre el pensamiento reflexivo, dejando sin contestar de 1 a 2 preguntas en 3 entrevistas.

Con ayuda de las respuestas se observó que las maestras entran en un rango de edad entre los 42 a los 52 años a excepción de una maestra que no la coloco, una educadora cuenta con maestría en educación y 10 de ellas con la licenciatura arrojando de inmediato que la maestra que cuenta con maestría debería de contar con un número mayor de estrategias para que el niño aprenda. El mayor número de entrevistadas mencionan que llevan frente a grupo de 6 a 30 años, poniéndonos a pensar que tal vez los años que llevan dando clases afectan en la adquisición de nuevas estrategias tanto teóricas y prácticas que pueda aplicar a sus alumnos.

Introduciéndonos más en el tema, las educadoras presentaron cierta similitud en las estrategias que utilizan para favorecer el pensamiento reflexivo, poniendo en primer lugar el uso de lectura y actividades de solución de problemas, preguntas y cuestionamientos, observación y experimentación, estilos de aprendizaje programas de relevancia social y juegos, mencionando que para llegar a esto, cuestionan a los niños obteniendo la reflexión, implementando la lógica y dando prioridad a niños que cuenten con necesidades.

Se obtuvo que el pensamiento reflexivo se promueve y se desarrolla a partir de las necesidades de los pequeños, el diagnóstico y el hecho de generar aprendizajes esperados y significativos. Propiciando cambios positivos, ya que el niño se hace más reflexivo, autodidacta, analítico, desarrollando competencias para su vida diaria. 

“Llegar a ser un profesor reflexivo significa e implica algo más que la probidad intelectual de utilizar procesos cognoscitivos de análisis interno de los fenómenos curriculares y educativos. Incluye, además, la realización de actividades afectivas y morales en las aulas de los centros escolares, en la comunidad escolar y en las asociaciones sociopolíticas. (Villar, 1999, p. 22) 

Dos de las educadoras entrevistadas mencionan que el hecho de conocer sobre el pensamiento reflexivo no significa que lo aprendieron durante sus años de preparación si no con la ayuda del Curso de formación y actualización profesional para el personal docente de Educación Preescolar Volumen II PEP 2004 y una de ellas mediante el curso de capacitación pedagógica  en donde la observación, la experimentación y la participación fueron fundamentales para que su teoría y práctica frente a grupo fuera a un mejor. “Se necesita capacitar a los profesores para que se empeñen en procesos cognitivos de pensamiento reflexivo, para que adquieran la capacidad cognitiva y las creencias, valores, actitudes y emociones facilitadoras de tales procesos. Y si la persona tiene que empeñarse en un acto particular de reflexión, debe poseer la motivación necesaria para la reflexión.” (Rodríguez, 1999, p. 60) percibiendo así, que pocas maestras son las que recuerdan los referentes teóricos que conocieron durante su preparación y que implementan en su práctica diaria.

El obtener todos estos datos nos ayuda hacer un análisis sobre la situación que se presenta en torno al tema de pensamiento reflexivo, reflejando que el maestro a pesar de ser una guía para los niños, no cuenta con las herramientas necesarias para desarrollar en el alumno la reflexión, por falta de conocimiento y la formación docente que cada uno tuvo, en donde queda evidenciado que a pesar de esto, los años con los que cuenta cada docente y la preparación que adquieren (cursos) por superación personal, facilitan la adquisición de nuevas estrategias innovadoras y diferentes a las que la mayoría de las maestras conocen , dando mejores resultados.